HISTORIA DE LA IGLESIA
1.5.5 Los Principales Mártires
Entre los más insignes
mártires citaremos a unos pocos de los primeros
siglos:
San Simeón, pariente de Jesús Nuestro Señor, y obispo de
Jerusalén, crucificado a la edad de ciento veinte años.
San Ignacio, obispo de Antioquía,
llevado a Roma para ser
devorado de las fieras.
San Policarpo, obispo de Esmirna, quemado vivo a la edad
de ochenta y seis años.
Santa Blandina, la esclava de Lyon y sus numerosos
compañeros, atrozmente martirizados.
Las santas Felicítas y Perepetua, en Cartago de Africa, expuestas a las
fieras del circo.
San Lorenzo diácono de Roma, asado vivo a fuego lento sobre unas parrillas
por no haber entregado los tesoros de la Iglesia.
San Cipriano, obispo de Cartago, decapitado.
Santa Cecilia, virgen de la nobleza romana degollada en su misma casa.
San Sinforiano, joven de quince años en Autún, alentado por su misma
madre a sufrir el martirio. (275)
San Sebastián, capitán de la guardia imperial asaetado de primero y
luego muerto a garrote, algún tiempo después.
Santa Inés, virgen romana, niña de unos trece años.
San Vicente, ilustre diácono español desgarrado con uñas de
hierro y asado sobre parrillas. (304)
En las persecuciones de Maximiano (286 -292) de Diocleciano y Galerio, (303 -311)
fueron particularmente probadas las Iglesias de las Galias (actual Francia) durante la
primera y las de Oriente y de España en la segunda.